Algunos propietarios de vehículos alteran la "calibración" de la válvula del turbo o cambian la válvula para conseguir mayor presión de soplado. Como consecuencia el turbo girará a más revoluciones. Estas manipulaciones pueden dar lugar a que se superen los límites para los que están diseñadas las turbinas y producir fallos por fatiga de los materiales en los álabes e incluso su rotura.
Mantener las especificaciones para las que se ha diseñado su vehículo, o si no renunciar a cualquier tipo de garantía.